Esto no es una historia ficticia, sino más bien una reflexión personal. Y es que a lo largo de mi joven vida me han ocurrido vicisitudes de distinta índole.
Pero lo más curioso es que en vuelta de un mes las reconciliaciones me llueven y yo, agradecida a la vida, recibo una disculpa que nunca antes había llegado.
No soy una persona guerrillera, ni mucho menos envidiosa, pero la amistad tiene estas complicaciones, a veces se entienden las actuaciones de los amigos y a veces los amigos no entienden las tuyas.
En fin, por fin, recobro las fuerzas para seguir adelante en la vida.
Todo lo que un día fue grande, hoy pierde sentido y fuerza.
1 comentario:
Nadie puede decepcionarte mas que las personas que te importan.
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