Os presento a Benamaurel, pueblo alado y helado de frío.
Muy chiquito, de apenas dos calles, literalmente.
Es una maravilla, llena de vida, de costumbres, aunque no de gente, claro está.
Si queréis saber dónde estoy, buscadme aquí, y donde encontréis a una chica muerta de frío pero encantada de la vida esa soy yo.
Os dejo una foto del pueblo en sus fiestas de los moros y cristianos, la más importante del año.
Visítenla.
1 comentario:
pinta de medieval al menos tiene. tiene que hacer una rasca por ésos lares... yo me apuntaré pero para cuando el frío se calme un poco. un beso
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