miércoles, 11 de noviembre de 2009

La última tarde

A las cinco de la tarde
No es una tarde de verano soleada
a las cinco de la tarde
un sopor envuelve la clase
a las cinco de la tarde
nuestros ojos batallan
a las cinco de la tarde
y por fin me duermo plácidamente
a las cinco de la tarde
hasta las 7 y media.

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